Cocinando se entiende la gente, dos recetas suecas

El mes pasado estuvieron con nosotros Ingemar y Bert. 


Recién llegados de Suecia de un pueblito llamado Lilla Harrie, me enseñaron a preparar dos exquisitos platos de su país. Nos pusimos los  delantales y a pesar de no hablar el mismo idioma, nos entendimos a la perfección y nos divertimos muchísimo.


Podéis ver todo el proceso en los vídeos que acompañan a la entrada.




Bert nos preparó “KanelKyckling, couscous och quinoa tabbouleh” (pollo a la canela con cuscús y tabulé de quinoa).




En esta receta combinan a la perfección el dulzor de la canela con el toque picantón del chili. 

Realmente exquisito, un placer para todos los sentidosAroma, colorido, textura... juegan un papel importante en la elaboración de esta receta.

El Dr. Miguel Sánchez Romera en su última publicación “Inteligencia emocional culinaria” nos lo explica así: "gracias a la actividad que realizan los cinco sentidos se configura el sabor de los alimentos, si faltara uno de ellos no se podría decir que se está saboreando algo en toda su dimensión".




 

Ingemar además de ser un magnífico cocinero es un estupendo tenor primero en el coro  de Kirsebergskyrkan.



Si el pollo estaba buenísimo, qué decir de los deliciosos bollos de canela (Kanelbulle) y chocolate que nos preparó Ingemar.

Agneta, nuestra traductora y sobrina de Ingemar, nos cuenta que una buena forma de pasar las tardes de
verano en su país, es sentarse a la sombra en el jardín de casa, saboreando un kanelbulle recién hecho, calentito, oliendo a canela dulce y con un vaso de 'saft' (sirope de flor de saúco).

Ella me ha faciltado este enlace en sueco donde se  explica el origen del famosísimo y popular bollo de canela. 



El 4 de octubre se celebra en Suecia el Día Nacional del "Kanelbulle".




El origen del kanelbulle es bastante incierto. Parece ser que  fue creado en la década de 1920, aunque ya se conocía desde la segunda mitad del siglo XIX. Pero entonces solo se preparaba en hogares con suficientes recursos económicos debido al elevado coste de sus ingredientes. 

"Minge", como le llaman cariñosamente, nos comenta que desde hace 50 años aproximadamente, los panaderos han impulsado el consumo de estos bollos, especialmente con fines comerciales.

De cualquier manera os invito a que los probéis porque están muy ricos.

Gracias a Ingemar y a Bert por tan suculento menú y por los momentos tan agradables y divertidos que hemos compartido.


Es evidente que en la cocina no hay barreras. Lo podéis comprobar en los vídeos y es que "cocinando se entiende la gente".



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Cantina La Estación una razón más para visitar Úbeda


Dedicamos esta entrada a la alta cocina -a precio razonable- que se hace en nuestra tierra y más concretamente en Úbeda, bellísima ciudad Patrimonio de la Humanidad.

De la mano de dos “cicerones de lujo” -Juanjo  y Conchi- hemos tenido ocasión de recorrer los preciosos rincones que esta ciudad renacentista nos ofrece, hemos admirado sus joyas arquitectónicas y hemos disfrutado de su excelente gastronomía. Ha sido un fin de semana rico en experiencias en compañía de unos buenos amigos.

Gracias a ellos hemos hecho un magnífico descubrimiento: el restaurante Cantina La Estación, que me permito recomendaros. Realmente fantástico.

Destaca por su buen servicio y atención, por la originalidad de los platos, su puesta en escena y por la exquisitez y variedad de sus sabores. Un auténtico placer para todos los sentidos.

Su comedor recrea un lujoso vagón del tren Al Andalus



En las ventanas del comedor suelen proyectar paisajes. Viéndolos puedes tener la sensación de que realmente viajas en  tren.

Si váis a Úbeda os recomiendo que, además de pasear por sus calles, os acerquéis al restaurante y pidáis el menú degustación. Os  sorprenderá.  Cada plato que os sirvan será toda una expreriencia. Seguro que no os  defraudará.