KREMNA REZINA



Cremeschnitte o Kremna Rezina es un delicioso y delicado pastel típico de Eslovenia, aunque se puede saborear en muchos países de Europa Central.

De toda Eslovenia, el que se hace en  Bled  es el más conocido y apreciado.

Hace unos años tuve la suerte de probarlo en este precioso pueblito y me gustó tanto que pensé  prepararlo alguna vez.

Eslovenia es un pequeño país con paisajes increíbles y espectaculares parques naturales. Recorrerlo es una experiencia que merece la pena y que no te dejará indiferente.

Si tuviera que escoger un rinconcito de este país creo que me quedaría con Bled, pintoresco lugar al pie de los Alpes Julianos que parece sacado de un cuento de hadas. 

Lo más llamativo es su precioso lago de origen glaciar. Se puede recorrer en barca o rodearlo caminando por sus senderos. En su interior alberga una minúscula isla con una iglesia cargada de historia y de leyendas



En lo alto del castillo situado en la montaña se encuentran las mejores vistas. Desde allí se puede admirar la tranquilidad de las aguas del lago y una bellísima panorámica del pueblito y de la única isla de Eslovenia.

Ha pasado el tiempo, pero persiste en mi memoria el recuerdo de este fantástico viaje y  del dulce que prometí preparar en alguna ocasión. 

Me ha costado encontrar las proporciones para que la crema quedara espesa y no se desmoronara todo al final. Aunque la versión original es con nata encima de la crema pastelera, a mí me ha gustado más con Chantilly. 

Es un postre elaborado y lleva su tiempo hacerlo, no os voy a engañar, pero el resultado compensa. Es un riquísimo pastel, ligero, nada empalagoso y que se devora en un santiamén. 

Como siempre podéis encontrar la receta en este blog o seguir el video de su elaboración. Os animo a prepararlo y disfrutar de este dulce pedacito de Bled.



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Okonomiyaki


La palabra Okonomiyaki significa “cocinado a la plancha a su gusto”, por tanto hay muchas formas de elaborarlo, tantas como gustos. 

Aunque se puede tomar en todo el país, los más famosos son el de la región de Kansai (Osaka) y el de Hiroshima. No sabría decir cuál de los dos estilos está más rico. En Osaka se mezclan todos los ingredientes al cocinarlos y en Hiroshima los añaden a la plancha capa por capa.

Mi particular versión del okonomiyaki está inspirada en uno que probé en Miyajima (prefectura de Hiroshima).


Esta isla es famosa, entre otras cosas, por su impresionante torii rojo en medio del mar. 

Soy consciente de las diferencias de esta receta con la original. No es fácil conseguir todos los ingredientes necesarios. Algunos los he sustituido siguiendo indicaciones de otros blogs. 

Hace tiempo que tenía mucha ilusión por visitar el “país del sol naciente”, ya lo mencioné en la entradatataki de ternera.

Por fin he cumplido mi sueño. Japón es uno de esos lugares que habría que visitar al menos una vez en la vida. Lo tiene todo: bellísimos paisajes, espectaculares templos, asombrosos senderos, preciosos jardines, sorprendentes castillos, relajantes baños termales… y gente encantadora vayas donde vayas.


El viaje ha superado con creces todas mis expectativas. Es un país maravilloso y absolutamente seguro donde modernidad y tradición van de la mano. Me ha encantado. No ha dejado de sorprenderme ni un sólo día y he vivido muchos momentos mágicos recorriéndolo.

Me ha impresionado su extremada organización, la puntualidad, el extraordinario respeto hacia los demás, el absoluto cumplimiento de las normas y la limpieza  - no se ve un sólo papel en las calles.… ni papeleras, no hacen falta. ¿Y qué decir de la amabilidad? Siempre con una sonrisa en los labios y siempre dispuestos a echarte una mano. 

La exquisita, variada y saludable gastronomía nipona es una muestra más de su milenaria cultura. En Japón, país de contrastes, se puede disfrutar tanto de una riquísima y sencilla comida callejera como de la alta cocina en refinados restaurantes. ¡Se come de maravilla!

Aunque no hay nada mejor que probar la comida de cualquier lugar del mundo in situ, os animo a seguir esta receta para deleitaros con el sabor del extremo oriente en vuestra propia casa.  Sale buenísima, o como dirían los japoneses “OISHI”. 




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